martes, 23 de agosto de 2011

DEPORTES

DEPORTES

Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
1 Timoteo 4:8 

Los atletas de la antigüedad, sintiendo vergüenza de mostrarse desnudos, participaban en los certámenes gimnásticos provistos de un ceñidor y cubrían sus vergüenzas. Las mujeres, en cambio, arrojan el pudor con la túnica y, queriendo parecer hermosas, sin proponérselo, ponen en evidencia su maldad. Ya que, a través de su cuerpo, se evidencia su lujuriosa lascivia. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Pero, si me dicen que toman los espectáculos como un tipo de juego, a modo de pasatiempo, yo afirmo que no son prudentes aquellas ciudades que toman en serio los juegos. No, ya no son juegos esa despiadada ambición de gloria, que llega al extremo de la muerte, tampoco la codicia de vanidades, ni esos irracionales lujos y cuantiosos gastos sin sentido. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Todo celo en la búsqueda de gloria y honor está muerto en nosotros… Entre nosotros nunca se dice, ve o escucha nada que tenga algo en común con... las atrocidades de la arena o el ejercicio inútil del campo de lucha libre. ¿Por qué se ofenden con nosotros si diferimos de ustedes en cuanto a sus placeres? Tertuliano (197 d.C.) 

Ustedes (los cristianos) no asisten a los juegos deportivos. No tienen ningún interés en las diversiones. Rechazan los banquetes, y aborrecen los juegos sagrados… De esta manera, si tienen ustedes sensatez o juicio alguno, dejen de fijarse en los cielos y en los destinos y secretos del mundo. Marco Minucio Félix, citando a un pagano antagonista (200 d.C.) 

Nosotros, que somos juzgados por nuestras costumbres y nuestro sentido del pudor, con razón nos abstenemos de los malos placeres, de sus ceremonias y espectáculos, cuyo origen sagrado conocemos y cuyos perjudiciales encantos condenamos. ¿Quién no se horroriza al ver en las carreras de carros la locura del pueblo disputando unos con otros, o en las luchas de gladiadores, una verdadera escuela de homicidio? Marco Minucio Félix (200 d.C.) 

El que se deleita en mirar la muerte de un hombre, aunque hombre condenado por la ley, contamina su conciencia igual como si fuera él cómplice o espectador de buena gana de un homicidio cometido en secreto. ¡Pero ellos dicen que eso es ‘deporte’, el derramar sangre humana! Lactancio (304-313 d.C.) 

Las celebraciones de los juegos son festividades en honor a los dioses, pues ellas fueron instituidas debido a la fecha de su nacimiento o a la dedicación de nuevos templos… Por tanto, si alguien está presente en los espectáculos en los cuales se reúnen los hombres por causa de su religión, se ha desviado de la adoración de Dios. Lactancio (304-313 d.C.) 

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