sábado, 3 de septiembre de 2011

COMIDAS

COMIDAS


Y lo que Moisés dijo: No comerán cerdo ni águila, ni gavilán ni cuervo, ni pez alguno que no tenga escamas, es que tomó tres símbolos en inteligencia. Por lo demás, se les dice en el Deuteronomio: Y estableceré con este mi pueblo justificaciones. Luego no está el mandamiento del Señor en no comer, sino que Moisés habló en espíritu. Bernabé (70-130 d.C.)


En conclusión, tomando Moisés tres símbolos sobre los alimentos, así habló en espíritu mas ellos lo entendieron, conforme al deseo de la carne, como si se tratara de la comida. Bernabé (70-130 d.C.) 

Ni observan la superstición de los judíos. Pero, además, sus escrúpulos con respecto a las carnes, y su superstición con referencia al sábado y la vanidad de su circuncisión… son ridículas e indignas de consideración alguna. 
Epístola a Diogneto (125-200 d.C.) 

El alma, cuando es tratada duramente en la cuestión de carnes y bebidas, es mejorada; y lo mismo los cristianos cuando son castigados aumentan en número cada día. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)


Igualmente los mandó a los judíos abstenerse de ciertos alimentos, a fin de que aun en el comer y beber tuvieran a Dios ante los ojos. 
Justino Mártir (160 d.C.) 

Dios permitió a Noé, siendo un hombre justo, comer todo animal, pero no carne con su sangre. 
Justino Mártir (160 d.C.) 

Alcibíades, uno de los mártires, llevaba una vida dura y mortificada, vivía sólo de pan y agua. Y ya que en la cárcel quería seguir el mismo régimen, después de ser expuestos por primera vez en el anfiteatro, le fue revelado a Atalo que Alcibíades no obraba bien en no querer usar de las criaturas de Dios, y porque era ocasión de escándalo para los demás. Al punto obedeció Alcibíades, y en adelante usó sin distinción de todos los alimentos, dando gracias al Señor. 
Los mártires de Lyon, Francia (177 d.C.) 

Después del diluvio, Dios estableció un pacto de alianza con el mundo entero… Y cambió de alimento a los hombres, dándoles orden de comer carne, pues a partir de la primera criatura, Adán, hasta el diluvio, los hombres se alimentaban de solo granos y frutos de árboles; pero el alimento de la carne no les estaba permitido. Ireneo (180 d.C.) 

Los mismos apóstoles, tras enviar un mensaje a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia, dijeron: “Pareció al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles otra carga a excepción de esto: que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la fornicación. De lo cual si se guardan, obrarán bien.” Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Nosotros no seguimos a los judíos en sus peculiares observancias en cuanto a la comida y sus días sagrados. Tertuliano (197 d.C.) 

Los cristianos no comemos sangre de animales, ni mortecinos… porque se persuade con certeza que el cristiano que come sangre se desvía de su ley. Tertuliano (197 d.C.) 

A nosotros, en cambio, no nos está permitido ver ni oír hablar de un homicidio y hasta tal punto nos guardamos de la sangre humana que en los alimentos no admitimos siquiera la sangre de los animales comestibles. Marco Minucio Félix (200 d.C.) 



Las siguientes tres citas muestran las prácticas entre grupos heréticos en cuanto a las comidas 

Muchos de sus seguidores (de Saturnino, un maestro hereje) se abstienen de comer carne de animales, y engañan a muchos hombres con su mala abstinencia disimulada. Ireneo (180 d.C.) 

Otros se llamaron así mismos encratitas (un grupo herético del segundo siglo). Estos… pasan sus días henchidos de orgullo. Imaginan que se hacen a sí mismos superiores por medio de los alimentos. Por esta razón, se abstienen de toda comida animal y beben sólo agua. Prohíben casarse a las personas. Y por el resto de sus vidas se entregan a prácticas ascéticas. A personas con estas cualidades se las debería considerar ‘cínicas’ y no cristianas. Pues ellos no ponen atención a las palabras de Pablo dirigidas contra ellos, porque él predijo sobre los nuevos cambios que más tarde serían introducidos por algunos, diciendo: “El Espíritu habla expresamente que en los últimos tiempos, algunos se apartaran de la sana enseñanza, prestando atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios… prohibirán casarse y abstenerse de carnes que Dios ha creado para participar de ellas con acción de gracias.” Hipólito (225 d.C.) 

Los judíos físicos y los ebionitas (un grupo herético que observaba la ley de los judíos) nos reprochan por transgredir los mandamientos referentes a las carnes limpias e inmundas. Orígenes (225 d.C.) 

Los (líderes religiosos judíos) alegaron otras causas para su enojo… a saber, que Jesús destruyó la obligación de la ley dada por Moisés. Es decir, Él no descansó los sábados, sino que obró haciendo bien a los hombres. Además, abolió la circuncisión y sustrajo la necesidad de abstenerse de la carne de los cerdos…Sin embargo, Él no hizo esto por su propio juicio, sino según la voluntad de Dios. Lactancio (304-313 d.C.) 


 LA AUTORIDAD MAXIMA: LA PALABRA DE DIOS



Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 
Romanos 14:17 

Por tanto nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir. Colosenses 2:16-17 

BENDICIONES

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