jueves, 29 de septiembre de 2011

EL CAOS: AGUSTÍN OBISPO DE HIPONA

Agustín

 

No hablo a la ligera cuando digo que Agustín, obispo de Hipona del cuarto siglo, fue el maestro cristiano más influyente de toda la historia... por lo menos, de la historia del cristianismo en el Occidente. A fin de cuentas, creo que él ha sido más influyente que los mismos apóstoles, ya que la iglesia del Occidente ha leído hasta las obras de los apóstoles a través de los ojos de él. En verdad, casi todo el mundo reconoce que Agustín es el padre de la teología occidental.


Agustín tenía inteligencia y capacidad muy sobresalientes. Antes de convertirse, fue profesor de la retórica persuasiva y del arte de escribir. Como obispo en la iglesia, utilizaba estas mismas habilidades. No había nadie en toda la iglesia occidental que pudiera resistir sus argumentaciones. Mientras él aún vivía, él se hizo casi la única autoridad del Occidente en todos los temas de doctrina y moralidad. 

Es notable que Agustín razonara como habitante del Occidente. Los escritores cristianos anteriores razonaban como habitantes del Oriente. Nosotros podemos entender la lógica de Agustín mucho mejor que podemos entender la de los escritores anteriores.Desafortunadamente para nosotros, el Nuevo Testamento no fue escrito por hombres del Occidente, sino por hombres con una mentalidad oriental, influidos grandemente por la cultura griega.

El mismo Agustín sabía muy poco griego. Esto es de suma importancia. No sólo el Nuevo Testamento fue escrito en griego, sino también casi todos los escritos cristianos anteriores. Esto tal vez nos ayude a entender por qué Agustín se apartó del cristianismo primitivo en tantas áreas, más que cualquier otro maestro cristiano de aquel tiempo. Y este gran maestro, con su mente aguda, se llevó consigo a la iglesia del Occidente. Lamentablemente, la apartó de sus fundamentos anteriores. 

Hay una gran lista de doctrinas y prácticas iniciadas por Agustín, o si no iniciadas por él, autorizadas por él. A continuación doy una lista parcial de lo que él enseñó: 

• Que María nació y vivió su vida entera sin pecado alguno.


• Que los niños no bautizados se condenan eternamente.


• Que el coito aun dentro del matrimonio es siempre un acto depravado.


• Que la guerra puede ser santa.


•Que no habrá un milenio literal.


•Que no hay perdón de pecados sino sólo dentro de la iglesia católica.


• Que algunas de las prácticas y enseñanzas de los apóstoles ya no se aplican a los cristianos porque los apóstoles vivieron en una época diferente.


• Que hay un fuego purgante para las almas de los justos a quienes les falta la purificación completa.


• Que los muertos pueden sacar provecho del sacrificio de la eucaristía.


• que es justo que un estado cristiano persiga a los herejes.


De este último punto, Agustín escribió: 

 
“Que sean todos llamados a la salvación. Que sean todos llamados de volver de la senda que conduce a la destrucción. Algunos, son llamados por los sermones de los predicadores católicos. Otros, por los edictos de los príncipes católicos. Unos, porque obedecen las advertencias de Dios. Otros, porque obedecen las leyes del emperador… El rey Nabucodonosor… convertido por un milagro de Dios, promulgó una ley justa y loable para apoyar la verdad: que quienquiera que hablara contra el Dios verdadero, el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, pereciera sin remedio, en unión con su familia... 


“Si la iglesia verdadera es la iglesia que soporta la persecución, no la iglesia que la inflige, como dicen algunos, que hagan la pregunta al apóstol cuál iglesia representaba Sara cuando persiguió a su sierva. Porque el apóstol declara que la madre libre de todos nosotros, la Jerusalén celestial—la cual es la iglesia verdadera de Dios—fue representada por aquella mujer [Sara], quien persiguió cruelmente a su sierva. Con todo, si investigamos a fondo la historia, vemos que en realidad fue la sierva por su altivez que persiguió a Sara… Sara sencillamente le impuso la disciplina que merecía su altivez. 

“Otra vez digo, si los hombres buenos y justos nunca persiguen a nadie, sino sólo son perseguidos, ¿de quién son las palabras a continuación escritas por el salmista? ‘Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, y no volví hasta acabarlos’ [Salmo 18.27]. 

De esta manera, si deseamos declarar y reconocer la verdad, hay una persecución de parte de los injustos, la cual los impíos infligen a la iglesia de Cristo; y hay una persecución justa, la cual la iglesia inflige a los impíos. Pero la iglesia los persigue en el espíritu de amor; los otros, en el espíritu de ira.”


Después de leer eso, usted probablemente puede entender muy bien porque se dice que Agustín es el padre de la iglesia católica romana. Pero tal vez usted se sorprenderá al darse cuenta de que él es también el padre de la Reforma protestante. 


BENDICIONES



Tomado del Libro: Que hablen los primeros cristianos de David Bercot.
FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com

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