viernes, 9 de septiembre de 2011

EMBRIAGUEZ

EMBRIAGUEZ

 

Ni los borrachos… heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:10 

¿Qué clases de maldad, Señor, le dije, son aquellas de que hemos de abstenernos siendo templados? Oye, me dijo… del libertinaje y la embriaguez, de las muchas viandas y lujos de los ricos. Estas obras son las más perversas de todas en la vida de los hombres. Hermas (150 d.C.) 

Bajo la ardiente influencia del vino, los senos y los órganos sexuales se excitan impúdicamente y se hinchan de sangre y de vigor, firme anuncio de la fornicación; la conmoción del alma inflama necesariamente el cuerpo y las palpitaciones obscenas suscitan una curiosidad que invita al hombre moderado a infringir la ley. 
Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Los desgraciados, en cambio , los que expulsan la temperancia de los banquetes, consideran vida feliz la total anarquía en la bebida; para ellos, la vida no es más que fiesta, borracheras, baños, vino puro, orinales, ociosidad y bebida. 
Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

La embriaguez es frecuente en los escitas, los iberos y los tracios, razas todas guerreras, consideran honroso entregarse a la bebida. 
Clemente de Alejandría (195 d.C.) 


¿Ves los peligros de un naufragio? El corazón queda anegado por el exceso de bebida; y el exceso de vino es comparado al mar amenazador, en el cual se hunde el timonel, el espíritu del hombre, es zarandeado de un lado para otro por la tempestad de la embriaguez que le domina, y en medio del océano, sufre aturdimiento ante las tinieblas de la tormenta, extraviado del puerto de la verdad, hasta que, viniendo a parar junto a los arrecifes, naufraga en medio de los placeres y queda destruido. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 


BENDICIONES

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