miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿SE FALSIFICARON A PROPÓSITO LAS ENSEÑANZAS DE LOS APÓSTOLES?

¿SE FALSIFICARON A PROPÓSITO LAS ENSEÑANZAS DE LOS APÓSTOLES?

 

Si el cristianismo cambió radicalmente dentro de pocos decenios después de la muerte del apóstol Juan, no creo que fuera porque la iglesia no entendiera las enseñanzas de los apóstoles. Seamos razonables. Si los cristianos que recibieron instrucción personal de los apóstoles no pudieron entender sus enseñanzas, ¿quién las podrá entender? Por esto digo, si los cristianos se apartaron fundamentalmente del cristianismo de los apóstoles, tuvieron que haberlo hecho a propósito, con pleno conocimiento. 


Creían que no habría ninguna nueva revelación de Dios


¿Creían los primeros cristianos que los apóstoles erraron en algunos puntos de la fe? ¿Creían que la iglesia primitiva había recibido alguna revelación nueva después de la muerte de los apóstoles? ¿O que la doctrina apostólica llegó a pasar de moda?
La respuesta a todas estas preguntas es un “no” inequívoco. La iglesia primitiva enseñaba claramente que no hubo ninguna revelación nueva después de la muerte de los apóstoles. Creían firmemente que todo lo que podemos saber de Dios ya nos fue revelado por medio de los apóstoles. Además, la iglesia creía que los apóstoles no habían enseñado nada erróneo y que sus enseñanzas aplicaban a los cristianos hasta el fin del siglo. 

Por ejemplo, Tertuliano escribió: “En los apóstoles del Señor hallamos nuestra autoridad. Pero ni aun ellos se atrevieron a introducir nada nuevo, mas fielmente entregaron a las naciones de todo el mundo la doctrina que ellos habían recibido de Cristo. Por lo tanto, si aun ‘un ángel del cielo. . . anunciare otro evangelio’, que sea anatema [Gálatas 1.8]. . . Por lo tanto, tenemos esta norma: Ya que el Señor Jesucristo mandó a los apóstoles que predicaran el evangelio, no recibimos ningún otro que predica sino sólo a los mandados por Cristo. . . El Hijo no reveló a su Padre a nadie sino sólo a los apóstoles, a quienes también encargó que predicaran lo que les había revelado.” 

En verdad, el desacuerdo principal de la iglesia primitiva con los grupos heréticos trataba eso mismo: el tema de revelación. Casi todos los herejes afirmaban tener revelaciones nuevas además de las de los apóstoles. 

Los primeros cristianos se aferraban firmemente a la posición de que no habría otra revelación de Dios después de la revelación dada a los apóstoles. Por eso, la iglesia primitiva rechazaba inmediatamente cualquier enseñanza que no habían recibido de los labios de los apóstoles. 


Los líderes de la iglesia primitiva eran hombres de integridad


Pero, para continuar nuestra discusión, el hecho de que los primeros cristianos decían que no había ninguna revelación después de la que fue dada a los apóstoles no quiere decir que ellos mismos no cambiaran con astucia las enseñanzas apostólicas, con intención de engañar. ¿Qué de su integridad? ¿Eran ellos hombres honrados, temerosos de Dios, o eran buscadores poco escrupulosos de la riqueza y el poder? La evidencia incontrovertible es que ellos eran hombres temerosos de Dios, humildes y honrados. Como primer punto, no recibieron ninguna remuneración económica por su posición. No se les pagaba ningún salario. Los que servían como ancianos en la iglesia primitiva se negaban de las comodidades de la vida y vivían en pobreza. Sólo los herejes sacaban ganancia de su posición de liderato. Había muy poco que pudiera atraer uno a una posición de liderato en la iglesia primitiva sino sólo un anhelo honrado de servir a Dios. 

Más que eso, en tiempo de persecución, los líderes de la iglesia primitiva eran el grupo más buscado de los soldados y de las muchedumbres. Durante algunas épocas, ser nombrado como anciano de iglesia casi equivalía a recibir la pena de muerte. Con todo, casi sin excepción, los líderes de la iglesia primitiva estaban dispuestos a soportar las torturas inhumanas antes de negar a Cristo. Muchos de los líderes cristianos que citamos en este Blog: Ignacio, Policarpo, Justino, Hipólito, Cipriano, Metodio, y Orígenes, de buena voluntad dieron sus vidas por su fe en Jesucristo. Si estos hombres hubieran sido engañadores sin escrúpulos, torciendo las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles, ¿hubieran estado dispuestos a morir por Cristo? Los gnósticos no estaban dispuestos a morir por su fe. Aunque afirmaban haber recibido nuevas revelaciones de Dios, cuando les hacía frente la tortura y la muerte, pronto se rendían y negaban su fe. Pocas personas están dispuestas a morir por un engaño conocido. 

¿No usamos esta misma verdad cuando defendemos la veracidad de la resurrección de Jesús? ¿No decimos que los apóstoles no hubieran estado dispuestos a dar sus vidas por un engaño que ellos mismos iniciaron? ¿Qué nos hace creer que los seguidores de los apóstoles hubieran muerto por un engaño? 


BENDICIONES 

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