miércoles, 19 de octubre de 2011

AGUSTÍN DE HIPONA: APOLOGISTA DEL HÍBRIDO CONSTANTINO


El Imperio Romano se estaba desmoronando. La Iglesia se estaba hundiendo en el mundo, en lugar de trastornar el mundo. De manera que el reino de Dios necesitaba urgentemente a un Pablo o a un Juan el Bautista que de manera audaz le hiciera frente y desafiara a todo el híbrido constantiniano.

Sin embargo, lo que la Iglesia consiguió fue más bien el principal defensor del híbrido que haya existido. Su nombre era Agustín.

Agustín fue un hombre muy característico de su época; él aceptó totalmente el híbrido constantiniano y los cambios que éste había traído a la Iglesia. Él fue un apologista muy capaz a favor del híbrido y, desafortunadamente, no hubo ningún vocero talentoso a favor del reino. Por tanto, naturalmente, los argumentos de Agustín prevalecieron.

Pero Agustín hizo mucho más que sólo defender el híbrido. Él también trató de defender el cristianismo ortodoxo contra las afirmaciones de los herejes, tales como los gnósticos. Su método consistió en escuchar la posición de su adversario y luego adoptar exactamente la posición contraria para contraatacarla.

Para ilustrar esto mejor, representemos una de las doctrinas apostólicas con el color verde, el cual se obtiene de mezclar el azul con el amarillo. Y representemos el punto de vista herético de esta misma doctrina con el color azul. El hereje tiene una parte de la verdad, ya que el verde consta en parte del azul. Sin embargo, el hereje no ha comprendido toda la verdad. Él ha alterado la doctrina apostólica al omitir una parte esencial de ella; la parte amarilla.

Ahora bien, el método de Agustín no consistió en traer a su adversario de regreso a la plenitud de la doctrina apostólica, representada por el color verde. No, Agustín sencillamente se colocaba en el extremo opuesto y argumentaba que el asunto no era azul en ninguna manera, sino que realmente era amarillo. De ese modo, él rehusaba reconocer que su adversario tenía al menos un poco de razón. Y este método fue muy eficaz como medio para ganar las discusiones.

Agustín pudo haber ganado las discusiones, pero al hacerlo anuló el cristianismo bíblico histórico. El amarillo es nada más la mitad de la fe apostólica (verde) así como lo es el azul.




BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: EL REINO QUE TRASTORNÓ EL MUNDO de David Bercot.
 

1 comentario:

  1. Imagino que te referís al dogma de la trinidad al referirte a híbrido. Estoy de acuerdo que este dogma ha dividido a la iglesia en innumerables grupos o religiones. Se podrá superar esto? Y cual es la verdadera creencia?

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