lunes, 3 de octubre de 2011

ARMANDO LAS PIEZAS

Armando las piezas

 

Ahora, repasemos los cuatro principios basados en el sentido común que hemos considerado hasta este punto: 

1. Empezar con una mente en blanco.

2. Empezar por el comienzo, con las enseñanzas de Jesús.


3. Al leer la Escritura, dar a cada declaración su significado literal si es considerada sola.


4. Observar toda declaración en la Escritura que se aplica o podría aplicarse al tema estudiado.



Después de terminar este libro, te animo a seguir estos cuatro pasos para ver lo que realmente enseña la Biblia sobre la salvación. Yo hice lo mismo varios años atrás. Pero no te diré a qué conclusiones llegué. Quiero ver a qué conclusiones llegas tú mismo. 

Además, no deseo divagar, prolongando un estudio sobre un tema teológico importante. 

Más bien, para ser breves, comencemos con un tema que el Nuevo Testamento tiene poco que decir: el velo de la mujer cristiana. En efecto, sólo un pasaje en el Nuevo Testamento trata de este tema: 1 Corintios 11:1-16. El velo es un tema ideal para nuestro estudio, porque nadie lo consideraría una de las doctrinas principales del cristianismo. Por lo tanto, seamos capaces para hablar abierta y honestamente acerca de ello sin desviarnos de nuestro tema principal: entender la Biblia. 

Este tema es ideal por otra razón: pondrá a prueba nuestro método. Esto se debe a que 1 Corintios 11:1-16 contiene varias declaraciones ambiguas que los cristianos de la actualidad han interpretado de diferentes maneras. Leamos juntos este pasaje, teniendo en mente nuestros cuatro principios lógicos de interpretación. 

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. Juzgad ustedes mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 1 Corintios 11:1-16 

Ahora, estudiemos este pasaje a la luz de nuestros principios lógicos y veamos si todos nosotros podemos llegar al mismo entendimiento. A la luz de nuestro estudio de la verdad, recordemos primero que al interpretar este pasaje, de ningún modo cambiaremos lo que Dios está diciendo aquí. Lo que nosotros podamos entender, en ninguna manera alterará lo que Dios requiere de nosotros. 

Nuestro primer principio de interpretación es comenzar con una mente en blanco. Pero no podemos hacer eso hasta que primero reconozcamos que tenemos entendimientos preconcebidos sobre el tema. Dependiendo a qué iglesia pertenezcas, podrías tener alguna de las ideas preconcebidas acerca de este pasaje:

1. Pablo está diciendo que los hombres no deben llevar un velo o una cubierta sobre sus cabezas mientras oran o profetizan; pero las mujeres sí debes llevar un velo u otra cubierta mientras oran o profetizan.

2. Pablo está diciendo que las mujeres no deben cortar su cabello, porque su cabello largo les sirve de velo mientras ellas oran o profetizan.



3. Pablo está ordenando a las hermanas llevar un velo para que se diferencien de las prostitutas, ya que las prostitutas en Corinto no llevaban velos. Y puesto que es un asunto cultural, tales instrucciones ya no se aplican hoy en día.


4. Pablo está ordenando a cada hermana llevar cabello largo para no ser confundida con una sacerdotisa pagana, ya que las sacerdotisas paganas tenían por costumbre raparse el cabello o llevarlo muy corto. Otra vez, estas instrucciones no se aplican hoy.



También podrías tener algunos otros entendimientos preconcebidos sobre este pasaje. Pero cualquiera que sea, te voy a pedir que temporalmente los pongas a un lado. No te pido esto porque sea necesariamente incorrecto lo que tú creas de este pasaje. Pues ni siquiera sé lo que crees al respecto. Pero sé muy bien que hay conflictos en las interpretaciones de este pasaje, y no todas pueden ser correctas. 

Ahora, habiendo puesto a un lado temporalmente todos tus puntos de vista, el siguiente paso es leer otra vez el pasaje lentamente, versículo por versículo. Empieza por el comienzo,9 y mientras leas cada verso, pregúntate: “Si yo no supiera nada, ¿probablemente qué pensaría de lo que está diciendo este versículo?”
Es de gran importancia que en este punto no intentes armonizar cada versículo con otros, ni en este pasaje ni en otro. Eso vendrá después. En este punto lo más importante es escuchar lo que cada versículo dice individualmente. Estamos buscando el significado literal de cada versículo, si dicho versículo se mantiene solo. El todo es la suma de las partes. Y no podemos llegar al todo, si ignoramos una de sus partes. 

Si hubiera otra porción en el Nuevo Testamento que tratase este tema, iríamos allí y seguiríamos el mismo procedimiento. No obstante, este es el único lugar en el Nuevo Testamento que trata sobre el velo. Finalmente, el último paso es darle su significado literal a todos estos versículos individuales de manera conjunta. Te animo a tomar un tiempo para esto. 

 

¿Funciona nuestro método?


¿A qué conclusiones has llegado? Mi suposición es: al mismo lugar donde empezaste. ¿Por qué? Porque los cuatro principios que hemos considerado no son suficientes para resolver un pasaje dificultoso. Dicho pasaje contiene varias declaraciones ambiguas. Es decir, aquellas pueden ser entendidas de varias maneras. En el momento que intentamos armonizar nuestras lecturas literales de cada versículo, simplemente volvemos a nuestras concepciones. 
Después de todo, nuestras mentes no son como las pizarras: la mayoría de nosotros no puede borrar algo de la mente una vez que ha sido incrustado allí. En verdad, nuestros puntos de vista preconcebidos no se moverán de allí hasta que algo los reemplace. 

Enfoquémonos por un momento en las ambigüedades del pasaje tratado. 

El versículo 5 claramente declara que una mujer afrenta su cabeza cuando ora con su cabeza descubierta. 
Pero el versículo 15 dice que “porque en lugar de velo le es dado el cabello.” ¿Significa esto que su cabello sirve como un velo referido en el versículo 5? Algunas personas dicen que sí; otras, no. 

Otras partes de este mismo pasaje son igualmente oscuras: ¿Qué quiso decir Pablo en el versículo 16: 
“Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.”? ¿Estaba diciendo Pablo que las iglesias de Dios no tenían otra costumbre que las mujeres cubrieran sus cabezas? ¿O estaba diciendo que no tenían ninguna costumbre establecida? 

Nuestros cuatro principios son insuficientes, porque no nos ayudan a resolver contradicciones y ambigüedades como éstas. Pero fue importante ir por este proceso para que apreciaras la necesidad de algunos otros principios de interpretación. 

En realidad, la falta de claridad en este pasaje lo hace ideal para nuestro estudio. Dicho pasaje nos obliga a enfrentarnos con franqueza con una de las razones de por qué los cristianos que creen en la Biblia están tan divididos: muchos pasajes en la Escritura, quizá la mayoría, pueden ser interpretados de distintas maneras. No estoy diciendo que todas las diversas interpretaciones son correctas o plausibles, sino que los hombres siempre hallan varias formas de interpretar un gran número de pasajes bíblicos. Pero sólo una de esas interpretaciones es la correcta. 

Que la Escritura sea a menudo ambigua, puede parecer bastante obvio, una observación de sentido común (¡lo cual es cierto!). Pero la falta de honestidad para reconocer este hecho es una de las principales razones por qué los cristianos tenemos tal atascamiento teológico. Nuestra negativa para admitir que gran parte de la Biblia puede ser interpretada de diferentes maneras, es uno de los obstáculos más grandes para la unidad del cristianismo. 

Y únicamente después que reconozcamos este hecho, podremos comenzar a crear un progreso real hacia un entendimiento fiel de la Escritura. Continuemos adelante y déjame explicarte. 

NOTA: Te recuerdo que se esta utilizando el ejemplo del velo solo para mostrar un principio de interpretacion, no hagas prejucios. Continua leyendo y podras comprender todo claramente.

BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

No hay comentarios:

Publicar un comentario