martes, 4 de octubre de 2011

ESTO SI QUE ES UNA BOMBA


Otras sorpresas en la iglesia primitiva

 

La primera vez que encontré una cita de los libros apócrifos en los escritos de la iglesia primitiva, casi caí de mi silla. “¡No puede ser!,” pensé dentro de mí. “Los libros apócrifos fueron añadidos por la Iglesia Católica Romana, ¿cómo es posible que un cristiano del segundo siglo los esté citando?” 

Bueno, tiempo atrás encontré numerosas citas de lo que los protestantes llamamos “la Apócrifa.” En verdad, los libros apócrifos no debieron haberme sorprendido; pues aquellos escritos formaban parte de la Septuaginta que se utilizaba en la época del Nuevo Testamento. Los escritos de los primeros cristianos demuestran que ellos eran casi universalmente aceptados por la iglesia primitiva como parte de la Escritura. No fue hasta el siglo cuarto que Jerónimo confirió a tales obras el epíteto de “Apócrifa.” 


Me sorprendió bastante que los escritos de la Apócrifa estuviesen incluidos en la primera versión del King James. Sin embargo, la precedía un comentario, el cual señalaba que no eran considerados una autoridad doctrinal. No fue hasta 1827 que desaparecieron de los ejemplares de la versión King James.

El libro de la Apócrifa del cual citaron más a menudo los primeros cristianos fue el libro de Sabiduría, también conocido como la Sabiduría de Salomón. 

Ellos lo entendieron como un libro que principalmente hablaba de Cristo: la Palabra eterna o el Logos del Padre. Al hacer esto, seguían el ejemplo de los apóstoles. 

Aunque no hay citas literales del libro de Sabiduría en el Nuevo Testamento, parece haber muchas citas parafraseadas o referentes a él. Por ejemplo, los atributos de la persona llamada Sabiduría en el libro de Sabiduría, se asemeja a las menciones del Hijo de Dios en el Nuevo Testamento. 

En efecto, Pablo específicamente se refirió de Cristo como “el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24 la cursiva es mía). Además, el libro de Sabiduría describe la Sabiduría Divina como el “reflejo de la luz eterna, espejo sin mancha de la actividad de Dios e imagen de su bondad” (sabiduría 7:26). En palabras similares, Hebreos describe a Cristo como “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Hebreos 1:3).


Lo que es más, la teología general del libro de Sabiduría es asombrosamente parecida a la del Nuevo Testamento. Hay cerca de treinta pasajes en el Nuevo Testamento que son muy similares a los versículos en la Sabiduría de Salomón. Un ejemplo es Romanos 9:21: “¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” Aunque nuestras biblias citan a Jeremías 18:3 como una fuente de las palabras de Pablo, yo creo con más seguridad que Pablo estaba parafraseando Sabiduría 15:7: “El alfarero, por ejemplo, amasa laboriosamente el barro blando y moldea cada vasija que necesitamos; pero del mismo barro hace por igual las que sirven para usos nobles y las que sirven para otros usos; es él, sin embargo, quien decide cuál ha de servir para este o aquel uso.” 

¿Hemos de creer que muchos de los pasajes paralelos entre Sabiduría y el Nuevo Testamento son sólo coincidencias? ¿Es la similitud entre la teología de Sabiduría y la cristiana sólo un accidente? Si el libro de Sabiduría es la obra de un simple autor humano, ¿cómo obtuvo ese autor tal entendimiento espiritual?
¿Qué estoy tratando de decir? Principalmente estoy diciendo que, si nosotros deseamos entender la Escritura como la entendieron los cristianos del Nuevo Testamento, necesitamos relacionarnos con las mismas obras espirituales que ellos leían. Sin pretender encontrar nuevas doctrinas y mandamientos en aquellas obras, los libros de la Apócrifa son una fuente importante para el Nuevo Testamento. 

CONTINUA.....

BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

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