lunes, 3 de octubre de 2011

REGRESANDO A LAS ESCRITURAS

De vuelta a la Escritura

Ahora, volvamos a la Escritura y veamos si el entendimiento histórico se basa en una interpretación razonable de la Escritura. El entendimiento de los primeros cristianos del pasaje en estudio, le da al versículo 4 un sentido literal (un hombre no debe llevar nada sobre su cabeza cuando ora o profetiza) y al versículo 5 (una mujer debe cubrirse con un velo cuando ora o profetiza). Sin embargo, esto no contradice a los versículos 14 y 15 que la naturaleza nos enseña el mismo principio que los varones no deben cubrirse, pero las mujeres sí; puesto que el hombre naturalmente lleva el cabello corto y la mujer lo lleva largo. 

Lo más importante es que el registro histórico se adecúa muy bien a la regla final de interpretación de sentido común que usamos los abogados. El Instituto de leyes de América ha expresado el siguiente principio: “Debe preferirse una interpretación que da un significado razonable, válido y efectivo a todas las palabras que a cualquier interpretación que deja una parte irrazonable, inválida o sin efecto.”


Aplicando dicho principio a la interpretación de las Escrituras, podemos declararlo de la siguiente manera:


Principio Nº 7 Una interpretación que invalida o deja poco razonable parte de las Escrituras tiene que ser rechazada.
 
Este principio es sencillamente el sentido común reducido en palabras. Cuando tú o yo escribimos una carta o un ensayo, normalmente tratamos que todo lo que escribimos tenga sentido, ¿cierto? No tenemos el propósito de escribir cosas que sean totalmente ignoradas. Ni que parte de lo que escribimos sea entendida de tal modo que anule las demás cosas. 

La interpretación histórica de 1 Corintios 11 armoniza completamente con este principio de sentido común. Da un significado completo a todo lo que Pablo dijo. A diferencia de esto, nuestras interpretaciones modernas no lo hacen. Toma por ejemplo la interpretación de que Pablo estaba diciendo que los hombres deberían llevar cabello corto y las mujeres cabello largo. ¿Cómo afecta esto al versículo 4 y 6? Pablo dice en el versículo 4: “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.” 

Según esta interpretación, por “cabeza cubierta,” Pablo se está refiriendo al cabello, ¿verdad? Por tanto, ¿deberían los hombres raparse todo el cabello? 

En el versículo 6, Pablo dice: “Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.” Según la interpretación moderna, Pablo estaría diciendo: “Si una mujer no tiene cabello largo, que se corte también el cabello.” ¿Cuán razonable es eso? Si el cabello de una mujer es corto, es porque ya está cortado. 

Si Pablo está hablando del cabello largo, ¿por qué se enfocaría en “orar y profetizar”? ¿Puede el cabello de un hombre ser largo mientras está haciendo otras cosas y repentinamente volverse corto mientras ora o profetiza? 

En resumen, esta interpretación moderna reduce la mayor parte de nuestro pasaje en un absurdo. Si Pablo se estaba refiriendo al cabello largo, ¿por qué no lo dijo sencillamente así? ¿Por qué habría ido a través de prolongadas palabras referentes al velo o a cubrirse? Él pudo haber dicho con toda simpleza: “Los varones deben llevar cabello corto y las mujeres cabello largo.” Cualquier interpretación que convierte un pasaje en un absurdo, es una interpretación absurda. 

¿O qué de la interpretación que afirma que la única razón que este pasaje fue escrito fue para que las mujeres cristianas de Corinto no fueran confundidas con las prostitutas o sacerdotisas paganas? Si eso es todo lo que este pasaje quiere decir, entonces, ¿por qué parte de él es dirigido a los hombres? Además, esta interpretación contradice lo que Pablo dijo en el versículo 10: “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.”

Si dicha interpretación moderna fuera correcta; entonces Pablo, o está en un error aquí o está mintiendo. En otras palabras, o Pablo no sabía por qué estaba dando tales instrucciones (pensando equivocadamente que ellas tenían que ver algo con los ángeles), o a propósito dio una falsa razón. En conclusión, esta interpretación no pasó la prueba del sentido común, porque invalida la mayor parte de las palabras de Pablo. 

La otra interpretación moderna es aún peor. Ésta es la que afirma que el versículo 16 está diciendo que no había tal costumbre de llevar un velo: “Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.” ¿Estaba diciendo Pablo que “no tenemos tal costumbre de llevar velos” o que “no tenemos otra costumbre que llevar velos”? Si señalamos que Pablo estaba diciendo que no había tal costumbre de llevar velos, entonces ¿por qué tuvo la molestia de escribir todo este pasaje? En efecto, vemos a Pablo dando todos estos consejos relacionándolo a la orden de la creación y a los ángeles y luego dice: “Si a ti no te gustan estas instrucciones, no las sigas; porque nadie las está siguiendo tampoco.” 


La eficacia de las interpretaciones históricas

A diferencia de esto, el entendimiento histórico nos ofrece una interpretación razonable y literal del pasaje arriba mencionado. Cada una de las otras interpretaciones termina anulando todo o parte de él. Algunas interpretaciones añaden muchas suposiciones que ni siquiera se hallan en el pasaje. 

He hallado que este mismo principio es verdad para todo el entendimiento bíblico de los primeros cristianos. Ellos no añaden algo a la Escritura; más bien quitan las tradiciones humanas que nosotros hemos añadido. Casi siempre nos dejan con el significado desnudo y literal de la Escritura. Ellos nos traen de vuelta al significado con el cual habríamos empezado, si no hubiésemos sido cegados por nuestros prejuicios. 

Como dije anteriormente, éste no es un libro referente al velo. Hemos estado viendo el pasaje de 1 Corintios 11 sólo para ilustrar el método de sentido común para la interpretación de la Escritura. Por tanto, repasemos dichos principios.

Los 7 principios basados en el sentido común para la interpretación de la Escritura:

1. Comienza con una mente en blanco.


2. Empieza por el comienzo del Nuevo Testamento, con las enseñanzas de Jesús.


3. Otorga a cada versículo su significado literal.


4. Considera todo versículo que se relaciona o podría relacionarse con el tema.


5. Rechaza cualquier interpretación que invalide o deje poco razonable algunos versículos.


6. Mira el “curso de acción”: cómo entendieron la Escritura las primeras generaciones de cristianos.


7. Para determinar el “curso de acción,” siempre recurre a las fuentes primarias.

 
Es tan fácil. De hecho, es casi demasiado fácil. Es muy obvio, ¿por qué entonces los cristianos no los han usado? ¿Qué razón hay en todo el mundo para que los protestantes hayamos despedazado el cuerpo de Cristo tan innecesariamente? Puedo asegurarte que no es porque nadie haya visto el curso de acción histórico. No, ¡es porque aquellos que investigaron el registro histórico no encontraron lo que querían encontrar! 


BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

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